miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Como es la vida de un lustra botas?

Luis Eduardo Mejía López de 53 años de edad, es un lustrabotas profesional del pasaje de la playa con una experiencia de 40 años. Es una persona alegre, muy bien vestida. En el momento de la entrevista, tenia puestos unos zapatos negros, un pantalón gris y una camisa blanca que usa a diario, porque de un año para acá lo ha considerado como su uniforme de trabajo.

Su vida ha transcurrido y seguirá transcurriendo según él alrededor de la calle, porque ese no es solamente el sitio donde trabaja, pues él lo ha considerado también como su hogar.

Vive en el popular #2, en una casita propia gracias al señor Pablo Escobar Gaviria que se la regalo hace 30 años, en esta vive con su esposa y sus cuatro hijas, dos grandes y dos pequeñas. Las dos grandes trabajan vendiendo flores en el parque de sabaneta y con eso le ayudan un poquito con los gastos de la casa, las dos pequeñas están en el colegio, que gracias al alcalde de Medellín tienen la oportunidad de estudiar.

Don Luis decidió ser lustrabotas porque cuando tenía 13 años se fue de la casa, ya que su papá era una persona que trabaja sacando arena del rio y le pagaban bien, pero siempre se gastaba la plata en mujeres y en alcohol y solo iba a la casa cuando no tenia plata y le pegaba a su mamá y a sus hermanos, entonces un día decidió salir de la casa con un hermano, porque ya estaban cansados de ver siempre eso y a pesar de todo su mamá quería mucho a ese señor y no lo dejaba. Entonces en la calle sus hermanos y él lo único que vieron que podían hacer era limpiar zapatos, porque no sabían ni leer ni escribir.

El por lustrar los zapatos cobra $1.500, es barato porque la vida está muy dura y todos los días hay más personas pobres como él, que tratan de buscar algo para hacer y esto es lo más fácil que encuentran. En sus días buenos se hace $25.000, pero en los días malos solo se hace $5.000, cuenta que en el día de ayer se quedo hasta las 11:00 pm y solo se hiso $8.000. Don Luis solo puede comer cuando le esta yendo bien, se gasta $3.000 en un sancochito que compra en un negocio cerca, porque no se puede malgastar mas, pues lo que le sobra o lo que se hace es para llevarla para los gastos de la casa, pero son muchos los días que le va mal, entonces en esos días no come nada. De pronto se toma un tinto.

Como la situación esta tan dura a Don Luis Alberto le toca buscar la plática de cualquier forma, a veces cuando esto está muy duro, se va para los lados del palacio y cuida motos y carros, claro que eso ya es muy poquito por que como la policía y espacio público no los dejan trabajar tranquilos, desde hace días no dejan parquear por esos lados, entonces ya casi no va por allá.

Con respecto a la gente Don Luis nos cuenta que son muy amables, tiene algunos clientes que lo buscan siempre, más o menos cada dos días y ellos le pagan un poquito más de lo que el cobro, porque lo estiman y además ya que él es muy formal con ellos y les converso mucho.

Don Luis se caracteriza por ser una persona muy trabajador y una persona de bien, porque no le hace mal a nadie, respeta mucho a las personas y también a sus compañeros.

El nos cuenta que este trabajo es muy duro ya que solo se ven amenazas de muerte de muchachos que no les gusta rebuscársela sino que les quitan a personas indefensas que si quiere trabajar ,lo peor de todo es que la policía los jode mucho y a veces les quitan hasta el cajón.

El es una persona que no le tiene miedo a la muerte, porque si lo matan es mejor para el por qué se va a descansar y además vive muy tranquilo porque sus hijas mayores son también muy trabajadoras y sabe que no dejan tirada a su mamá y a sus dos hermanas menores.

En su tiempo libre prefiere estar con la familia, dice que amigos no hay, prefiero estar con la esposa y las hijas y casi siempre van a jugar futbol a una canchita que hay al frente de su casa. Esta es la vida que lleva Luis Eduardo Mejía López un gran lustrabotas del pasaje de la playa.

No hay comentarios: